
Detectar que un tumor se propaga de un órgano a otro puede ser clave para impedir las complicaciones de la metástasis. Y un microchip diseñado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) puede ser una herramienta crucial en esta lucha. El dispositivo utiliza las distintas propiedades de las células tumorales ante los ultrasonidos (tamaño y densidad) para separarlas de las otras que circulan por el torrente sanguíneo.
El aparato es de plástico y tiene le tamaño de una moneda. Tiene un pequeño canal donde se introduce sangre del paciente. Este flujo se analiza y permitirá -cuando el aparato esté comercializado- un rápido análisis sin necesidad de recurrir a biopsias (que, por otro lado, no se pueden hacer si el nuevo tumor es muy pequeño o todavía no se ha localizado).
"Es un método completamente no invasivo, ya que no hace falta introducir en la


No es el único avance en el campo de los microchips que se ha conocido recientemente La empresa Progenika ha fabricado uno -que la UE ya ha autorizado- que permite detectar las mutaciones que predisponen a un tipo de cáncer de páncreas. La ventaja en este caso no es solo la detección precoz. Ya se está probando un tratamiento paliativo para compensar el efecto de esa mutación, la deficiencia de lipoproteína lipasa (LPLD).
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