- De astronauta a conferenciante ante jóvenes auditorios. ¿Qué transmite a los chavales?
-En primer lugar, les cuento lo que hice, pero a continuación les explico que aunque otros hemos dado los primeros pasos, será a ellos a quienes les corresponderá avanzar en el futuro. Les estimulo para seguir construyendo el progreso de la humanidad.
-Su legendario paseo espacial le llevó a alejarse cien metros de la nave. Solo y diminuto frente al Cosmos... ¿Sintió pánico?
-¡No tuve tiempo! En realidad me sentí cómodo y disfruté de esa experiencia. Tuve el honor de realizarla cuando llevaba ya dieciséis años trabajando en el MMU, que es el vehículo propulsor, y en distintos simuladores. Acumulé mucho entrenamiento previo, incluso más del necesario. Y lo mejor de todo fue que ese momento quedó inmortalizado y pude regresar con fotos para el álbum de casa.
-Qué vértigo. La Tierra, ahí, bajo sus pies...
-Cuando eso sucedió ya llevábamos cuatro días a bordo del transbordador y habíamos contemplado la Tierra desde todos los ángulos. Es una vivencia extraordinaria, pero en ese sentido, el paseo no aportó ninguna novedad...
-Vivió el reto en una misión del Challenger, que dos años después se desintegró. ¿Le marcó esa tragedia en la que murieron siete astronautas?
-Fue un momento muy duro. Pero yo antes de ser astronauta fui piloto de la Marina y los accidentes forman parte de la profesión. Hay que sobreponerse a ellos. Suceden y es necesario analizar a fondo por qué se han producido para evitar que se repitan. Pero después del Challenger nadie dejó de ser astronauta. ¡Todos seguimos adelante!
-Pero parece obvio que episodios negros como ese en 1986 o el del Columbia después ralentizaron los avances de la NASA.
-A raíz de esos sucesos el programa de transbordadores se paró durante dos años y medio y después se fueron desarrollando otro tipo de vehículos. Vuelos que han sido más caros, por lo que la ratio de lanzamientos ha bajado de doce a tres. Eso ha cambiado la manera de investigar el espacio.
-¿Se atreve a aventurar cuándo pisará el hombre Marte o volverá a la Luna?
-No se puede concretar, pero sucederá. El presidente Obama ha dicho que está a favor de los vuelos tripulados a Marte y que en todo caso preferiría primero una misión a Marte que otra para regresar a la Luna. Estamos en un periodo de transición porque se está desarrollando una estructura comercial, el turismo espacial, para poner civiles en órbita. Yo estoy a favor de eso, porque abre nuevas vías de financiación. La NASA primero tiene que mantener la estación espacial y después poner en marcha un medio de transporte para investigar un asteroide o una luna de Marte, o incluso el propio Marte. Estados Unidos no abandona la carrera espacial, lo que ocurre es que está descompensado el calendario previsto con los fondos disponibles.
-¿Deja secuelas físicas el espacio? Se habla de pérdida de masa muscular y otros riesgos.
-Tengo 73 años y no sufro nada que pueda achacar al espacio. Y eso que durante mi etapa de trabajo en el Hubble estuve sometido a altos índices de radiación. Tampoco sé de nadie que haya sufrido secuelas. ¡Un astronauta ruso estuvo más de cuatrocientos días en el espacio y tres días después de volver a la Tierra ya estaba haciendo jogging!
-Ha demandado a la cantante Dido por utilizar su imagen durante el paseo espacial para la portada de un disco. ¿Exceso de celo?
-Lo que me irritó fue que utilizaran mi imagen sin ni siquiera pedir permiso. Además, prefiero que ese tipo de material se utilice para fines educativos, no comerciales. Aún no se ha resuelto la demanda en los Tribunales. Espero que me den la razón, aunque obviamente yo soy menos poderoso que la multinacional Sony...
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